Mi primer concierto de… jazz
Bueno en otro no me veréis, pero en jazz, ¿por qué no? Otros dirán “tío, a ti te gusta el heavy!!!”. Cuando era joven y mi vecina de abajo ponía el tocata a toda ostia mientras hacía limpieza, los vecinos escuchábamos ópera si o si, luego por la tarde venía el hijo y ponía a Queen, con lo cual, yo aprendí más del genero de la mañana que el de la tarde – este último porque ya lo llevaba en la sangre -.
La belleza de la ópera me atrajo no sólo por “cómo cantan esos señores y señoras” sino también, luego viendo alguna ópera en la tele, porque hay teatro y a mí el teatro me gusta.
Ah, antes de nada quiero aclarar que no solo de heavy bebe el Juanra. Mi primer programa de radio fue en gallego y con muiñeiras (del gallego muíño, molino, muiñeira, molinera). Mis raíces se remontan al heavy (Kiss, principalmente, Judas, Y&T obviamente) pero también entraba la ELO y las cosas que irremediablemente he tenido que escuchar en una familia de cuatro hermanos. De joven escuché otras músicas pero no me llamaban y podréis decir que me quedé anclado en el heavy de los 80-primeros 90, lo admito.
El jazz lo empecé a escuchar en octavo de EGB. A mi profe, tutor le gustaba, decía que para entender el jazz, él había tardado veinte años… No sé yo vivo la música como un espectáculo en el que cada uno imagina lo que quiera.
pero vamos a ayer, 20 de enero de 2023. El Café Central, conocida sala que desde 1982 apoya la música en vivo nos traía a Madrid a Abe Rábade (yo ni idea) pero luego claro, vas a ir al concierto, haces un programa de radio, tus colegas de radio y ya de muchos años de radio, amigos que controlan del tema y yo un pardillo, pues nada toca investigar y por lo menos escucharse una vez el disco, qué menos.
y entonces te encuentras que concluyó sus estudios en Boston y que lleva sacando discos desde 2001, pero vámonos al concierto… Jose (En clave de JAzz) a mi izquierda y a la izquierda de Jose, Abe al piano y a mi derecha Miguel Ángel (Libertonia Jazz) ambos junto conmigo de Las Águilas Radio. Empieza el concierto bajo mi curiosidad de un primer concierto, ¿cómo será, será distinto a uno de heavy metal? Y, entonces empiezo a sentir y cuando acaba la primera pieza me doy cuenta que el Café Central está lleno por la explosión de aplausos, yo, claro, sentado en la primera fila no me he preocupado qué gente había allí.
La voz de Davide Salvado me llama la atención, no sé, no me pega dentro del contexto pero no soy yo el que deba juzgar. Eso sí, la voz da contenido y ese contenido hay que escucharlo. Y la voz me envuelve, yo que entiendo el gallego, mis amigos no, pero le escucho creo con atención y todo el respeto. Me encanta. Gran voz, me prometo buscar más sobre él.
Y, luego, el contrabajo entra para marcarse un solo que se gana la gran ovación, estamos tan cerca que oímos a Pablo Martín Caminero susurrarle al instrumento las notas que tiene que sacar. Maravilloso.
La batería es un instrumento que siempre la viví en el jazz, siempre la conjunté y la vi como un instrumento esencial pero ayer me decía a mí mismo que, en algunos temas la batería me sobraba, que solo dejaría el resto de instrumentos. No sé, ahora lo pienso, a lo mejor tan cerca del escenario no se ven las cosas como desde otro ángulo…
Y luego, estaba Daniel Juárez que con sus solos de saxo tenor me dejo alucinado. No fui el único. Y si Botánica en su conjunto es un canto a la Galicia mágica vista desde un plano forestal , catorce temas que hablan sobre las especies verdes que conviven con los gallegos y gallegas, a mí, Daniel Juárez me traía ese recuerdo al galiñeiro (que yo pronuncio en mi dialectal jaliñeiro, los gallegos y gallegas saben de lo que hablo), comentario que tanto a Davide como a Abe le hicieron gracia, claro pero tiene todo un sentido, lo decía desde el cariño, no con ánimo de meterme con el vasco, todo lo contrario, RESPETO.
Y, entonces me fije en un detalle. Abe toca con los pies desnudos… Y le pregunté, a sabiendas que mis sobrinos tocan el piano y mi me picó la curiosidad, “toco mejor así, la sensibilidad no es la misma.
Total, noche para no olvidar y de volver, volveré. Seguro.
