Estación en Pruebas

Radio sí, pero también desde casa

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Ito, ito, ito, metro gratuito.

Recuerdo gritarlo hace veinte años aunque los que más lo gritaron fueron aquellos que se colaban en el metro, yo nunca lo hice. Hoy lo he vuelto a recordar y al amigo con el que iba no en el metro sino en el autobús se lo he dicho.

Arrancamos esta historia. Cuando en 1986 se gritaba OTAN NO, BASES FUERA, lema que apoyaba toda la izquierda, el gran fraude fue que al final saliera un sí. Entonces mi conciencia política no se había formado, años más tarde, en el 91, en plena guerra de Irak, vinieron unos invitados al salón de actos del instituto. Allí ya tenía conciencia política pero mi moral se movía más en torno a mi fe católica que a cualquier otra cosa. Era de los utópicos que creía, aun sigo creyendo, en la paz mundial y por eso entramos al instituto con un no a la guerra rotundo, anti militares y de izquierdas. En aquella navidad los colegas nos juntamos para cantar el Apuesta por la paz de Noel Soto.

Pero entonces no veía más consecuencias de ese apoyo a la OTAN. Hoy lo tengo claro.

En un país en los que ya rugen los tambores de la campaña electoral quizá en lo que si están de acuerdo los partidos “mayoritarios” es que como miembros de la OTAN, ellos sí, yo no he votado nada, debemos actuar a su lado, es decir, que el gasto militar se dispare mientras las familias a ritmo de inflación se mueran de hambre.

Creo que es una contradicción política que “los que defienden España” se arrimen a medidas para paliar esa inflación pero no evitarla como sería el caso de no ir a la guerra. Ah, ¿pero estamos en guerra? dirá alguien. Pues sí, en el momento en el que un solo hombre español apoye con cualquier tipo de armamento a un bando, estamos en guerra, primero era una fragata, ahora son tanques, mañana quien sabe… en el momento en el que hacemos eso, estamos participando en una guerra, todos y cada uno de nosotros, por el simple hecho de haber nacido en España.

Hoy veía las bolsas del hambre en Francia, Estudiantes a los que no les llega el dinero de sus becas para comer porque la cesta de la compra allí también ha subido.

Pero volviendo a España, nos encontramos con idénticas situaciones de pobreza y todo debido a una palabra: Inflación. Pero entonces si por culpa de la guerra la gente, los ciudadanos y ciudadanas de este país y del país vecino no pueden comer, entonces ¿por qué tenemos que estar en una guerra? NO A LA GUERRA, SEÑORÍAS, NO, A LA GUERRA!!!

Entonces ellos, ellas, sus señorías me dirán, ¿y qué nos va a decir la OTAN?

La OTAN se creó para un fin que hoy está obsoleto, es decir ustedes que tanto nos hablan de obsolescencia a estas alturas deberían saber que la OTAN también lo está y sino hagan un REFERENDUM porque muchas personas de las que podían votar en aquel año ya no están y somos muchas personas también la que nos gustaría tener opinión en este asunto que tanto me atañe.

NO A LA OTAN, señorías, SÍ A LA PAZ.

¿Porqué? Porque creo que si le preguntamos al pueblo español qué prefieren inflación o no a la OTAN, votarán no a la OTAN, porque si les damos a elegir entre vivir en paz o vivir en guerra, van a decidir lo primero así que déjennos vivir.

Pero ahora claro, más inflación, más medidas anticrisis… Creo que lo de las medidas anticrisis ya ha quedado rebatida con una idea: NO A LA OTAN, NO AL LOCO GASTO MILITAR, en contraposición con un claro MENOS INFLACIÓN. Las medidas anticrisis están para callar a todos aquellos que pensamos que sino hubiera crisis todo iría mejor y la vida sería más llevadera.

Y en que se han traducido estas ayudas para paliar la inflación. Pues bien una de ellas que es a la que está dedicado este artículo es precisamente a las reducciones drásticas en el abono de transporte cumpliendo claramente una serie de requisitos en el caso de RENFE media distancia, porque cuando se habló de esto al principio, mi yo pensionista dijo, por fin voy a poder visitar España en Cercanías, pero no, si yo tenía pensado cumplir la regla de los trescientos kilómetros o utilizar el punto intermedio para visitarlo y luego continuar, pensad en viajar 300 kilómetros hacia el sur, para luego al día siguiente tomar un tren que te lleve a Córdoba y de ahí a Granada y luego, eso sí, pagarme el viaje de vuelta, pero tener que hacer un mismo trayecto todos los días, eso significa para un pensionista como yo quedarme excluido de esa medida.

la siguiente pregunta que me hice fue y porqué no en media distancia y sí en cercanías?…

La reducción del abono transporte en Madrid ha supuesto la reducción a la mitad del gasto por ciudadano, medida que sí aplaudo al Gobierno nacional pero no a una de las medidas que ha adoptado la señora presidenta de la Comunidad. El abono de tercera edad gratuito.

Mientras la derecha tacha de medidas electoralistas, temas de actualidad en este comienzo de 2023, la consejería de transportes de la Comunidad de Madrid decidió la gratuidad del abono a las personas de tercera edad.

Señora, no es “ito, ito, ito, metro gratuito” para toda la tercera edad. Creo que habría que replantearlo. Ya que ha quedado demostrado que en estas medidas anticrisis no todos somos iguales, me muestro en contra de esta ayuda a la tercera edad aunque con matices. Primero sí admito que habrá personas de la tercera edad que tengan la necesidad de tener ese abono gratuito debido a la pensión que cobra pero no todos los ancianos y ancianas de este país cobran la misma pensión.

Si el requisito de la tarjeta azul por ejemplo va por renta, el de la tercera edad también debería serlo. Es más todos aquellos títulos de transporte que tuvieran una reducción significativa por el motivo que fuere deberían estar sujetos a renta. En el caso de los de “tercera edad” porque al igual que hay pensionistas que ganan muy poco hay pensionistas que superan con creces los mil euros. Es a ese sector al que no debería ser título de gratuidad por el solo hecho de ser tercera edad.

Si a un discapacitado menor de 65 años se le pide la renta como condición para adquirir la tarjeta azul a la hora de renovar para poder ser poseedor o no de ella, a una persona de la tercera edad se le debería tener eso en consideración también. Todos iguales. Al primero se le niega la tarjeta azul por que al consorcio se le ha “chivado” que el discapacitado que pide ese título supera su iprem, mientras que a una persona de la tercera edad pudiente con una renta superior o muy superior que a la del discapacitado se le otorga un título de viaje gratuito, solo por el hecho de tener sesenta y cinco años.

La consecuencia es que días de diario en el que solo irían “los de siempre”, hoy por ejemplo, el autobús a una hora normal iba lleno. Sino fuera gratis, esto de ito, ito, ito, no se cantaría.

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Dieciocho años de radio, en una emisora libre. Siempre me dio igual tener o no oyentes, para mí, estar detrás de un micrófono fue y es un hobby. Tener algo que contar, escuchar y descubrir música. Me considero melómano desde los siete años. El cáncer me ha llevado de un estudio donde se fumaba a mi casa (una mesa de cuatro canales y un micrófono de 80 euros) y a seguir, proyecto nuevo pero con la esencia de lo anterior.

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